Córdoba, día 2

El día estuvo buenísimo.

Me levanté ultratemprano, para poder probar que mi presentación cargara bien... tenía que presentar a las 9:20, pero Daniel tenía que dar también una presentación de un trabajo hecho por Rubén, y se suponía que eso partía a las 7:20, así que quise estar antes de las 7:00 para asegurarme de que estuviera desocupada la sala para poder probar el PC.
Puse dos despertadores, uno de ellos en una butaquita lejos de la cama que me obligara a levantarme, ambos con hora argentina, por supuesto, además del despertador programable del hotel.... qué manera de sonar fuerte esa cosa. Creo que salté de la cama como nunca con ese ruido espantoso. Apagué los otros despertadores, que empezaron a sonar al unísono (ultra asegurada), y me dispuse a levantarme. Bajé a las 7:00, y aún no instalaban ni siquiera el computador en la sala... al final partió todo un poco más tarde. Apenas pusieron la compu (acá es LA computadorA), cargué mi archivo, y me fui a tomar desayuno. Volví cuando ya había partido la primera presentación, y estuve durante todas... eran bastante estrictos con el tiempo... pero yo anduve bien. Creo que después de hacer dos veces la charla a Daniel, otras tantas a mi papá y a mi mamá, a Antonio, al Pelao e incluso a willy (que se rieron de mis colimadores y cámaras PinPoint), esto fue como una más... me hicieron una pregunta, que creo que respondí satisfactoriamente.... no creo que gane nigún premio, porque mi trabajo era bastante básico con respecto a otros que presentaron, pero al menos salí airosa... creo.

Ahí me puse a hablar con una chica Egle, que también es fìsica de veintitantos y que presentó su trabajo... muy simpática ella. Las presentaciones se alargaron un poco, así que nos saltamos el intervalo que había para tomar café... me dió muuuuucho sueño.

A la salida de la charla, me encuentro con unas chicas que me presentó en la noche Paula, la residente chilena, que no son tan chicas, y que se ríen de mi edad diciendo que tengo cara de nena y que si tengo autorización de mis padres para andar por estos lados... todo en buena onda y con un poco de envidia por mi cara diez años más joven, espinilluda y sin arrugas.

Bueno, la cosa es que les pregunté dónde almorzaban, pensando en ir al shopping con ellas y no quedarme sola, y en esto me miran y le dicen algo a un tipo que andaba un poco más allá, y me dan una tarjeta, diciendome "va a haber una charla de una empresa española, y nos invitaron, toma acá tenés una invitación, luego de eso hay un lunch". Perfect. Así que me enteré de todas las bondades del software de planificación desarrollado por esta empresa española, con todas sus funciones y manuales en español... y a comer. Era como un coctelito nada más, pero con cosas sufiecientemente llenadoras y un pedazo de torta enorme y dulce como para mantenerme de pie durante toda la tarde.

Durante las charlas de la tarde me bajó un sueño terrible... me ví tentada para ir a dormir a la pieza, pero las charlas eran lo suficientemente interesantes como para convencerme de lo contrario... aunque no para mantenerme atenta y despierta. ajajjaja.

Daniel aquí es un personaje... yo creo que ha saludado a más de la mitad de la gente que anda por aquí, y con todos se ríe y se cuentan de la vida... se nota que está en su casa. Por ahí me ha presentado a un par de personas... pero me da lata andar detrás de él, así que me pongo a conversar con Paula y sus amigas, y con otros amigos de ellas...

Ahora en la tarde estuve conversando harto rato con Egle, esta niña física, y otro amigo de ella, Diego. Se nota que el ambiente es bueno, como que todos se conocen, hablan con los físicos más viejos, y hay mucha buena onda. Paula y sus amigas me invitaron a dar una vuelta ahora en la tarde... pero no fui de puro gansa. Iba a entrar a una charla, que al final se demoró, me quedé conversndo con Egle y Diego... y nunca entré... podría haber salido. Luego fui al shoppinga conseguir comida, y a pasear un rato ahí... ya era tarde como para ir al centro.